¡Bienvenido al blog "2 años y medio"!

Detrás de este nombre quizás críptico es una situación muy concreta. Estamos trabajando como misioneros en Paraguay y acaban de entrar en una nueva situación laboral.

En una pequeña ciudad al norte de Asunción, la Convención Bautista, con quienes estamos trabajando, tenía una iglesia. Bueno, realmente todavía tiene la iglesia, además la sala de la antigua iglesia y una casa pastoral, pero ellos no tienen una congregación más. Durante los últimos años unos pocos fieles han trabajado hasta que sólo se quedó, literalmente, un puñado de gente.

Ingrese nosotros. Nuestro desafío es el de reiniciar, resucitar, plantar de nuevo o como podemos ponerlo, esta iglesia. Pero no sólo eso, hay algunas circunstancias especiales que le da a este desafío un sabor especial.

Uno. Nosotros sabemos cuándo nos vamos a salir. La mayoría de los pastores no saben cuando ellos van a salir cuando entran en un nuevo lugar. Nosotros vamos a salir de Paraguay en 2 años y medio, debido a nuestro contrato y la legislación de Suecia (es decir, que no queremos emigrar)

Dos. No sabemos si vendrá alguien detrás de nosotros. La convención sufre de una falta de pastores y obreros. Tal vez llegará alguien después de nosotros, tal vez habrá alguien local que puede entrar con algún apoyo financiero, o tal vez no habrá nadie.

Entonces así es el desafío:

 Levantar una iglesia que puede ser autosostenible en 2 años y medio.

Y en este blog me gustaría escribir sobre los pensamientos detrás de este trabajo. No va a ser un blog misionera más tradicional, con fotos e informes periódicos sino las reflexiones, discusiones y materiales a medida que progresa el trabajo. Este blog también tiene una hermana en ingles.

Realmente parece un poco loco escribir en castellano, porque hablo, o comunica, en este idioma hace 1½ anos no más. Entonces necesitas leer con un poco fantasía y creatividad y si el texto sale demasiado mal, ¡por favor avísame! :-)

Entonces bienvenido! Siéntense muy libre de hacer comentarios y preguntas y voy a cerrar con la esperanza de que ¡le gustara compartir una parte de este viaje!